martes, 22 de enero de 2013

Curiosidades sobre el queso


 

Se dice que el queso lo descubrió un desconocido nómada cuando, viajando por el desierto del Medio Oriente, llenó su saco de cuero de leche y tras varias horas al sol se dio cuenta de que la leche se había transformado en una masa sólida. Además, se ha descubierto que el ser humano ya era amante del queso hace 7.500 años.

En la actualidad existen más de 4.000 tipos de quesos en el mundo, que se clasifican en diferentes categorías según su procedencia, su método de elaboración, el tipo de leche, los ingredientes utilizados, sus características nutricionales, su humedad, etc. 

Pero, ¿cuál es la característica principal que debe reunir la materia prima del queso?

Lo más importante es que la leche sea de muy alta calidad y que haya sido cuidada en las mejores condiciones de higiene desde su origen. Por ello, en la actualidad la leche se somete a tratamientos de pasteurización, según el tipo de queso, para asegurarse de la eliminación de cualquier agente no deseado.

Respecto a la conservación de los quesos es interesante saber que los más duros se conservan mejor que los más suaves, que contienen más humedad. Todo queso recién comprado o sobrante se recomienda guardarlo en un lugar fresco y seco para que se conserve mejor. Lo ideal es envolverlo en plástico sin que este apriete demasiado, pues podría aparecer moho. No obstante, aunque un queso desarrolle moho igual se puede comer, bastaría con eliminar medio centímetro de la capa exterior. Existen recipientes de plástico duro con tapa perfectos para la conservación de los quesos dentro del frigorífico. 

Desde Carnicerías El Valle os aconsejamos que, para poder apreciar el sabor y las cualidades del queso lo saquéis de la nevera al menos una hora antes de consumirlo y cortar solamente la cantidad que vayáis a tomar para que adquiera la temperatura ambiente.

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